anemias aplásicas. Las aplasias medulares son a menudo de causa desconocida, pero se reconocen diversos agentes que las pueden desencadenar: benceno, medicamentos antineoplásicos y radiaciones ionizantes. Las anemias carenciales más frecuentes son las ferro-pénicas, que ya se han mencionado. Otras anemias carenciales son las debidas al déficit de vitamina B,2 o de ácido fólico, que presentan característicamente células precursoras de hematíes gigantes en la médula ósea (megaloblastos) y, a menudo, hematíes de gran tamaño en sangre periférica (mega-locitos), conociéndose por ello como anemias megaloblásticas. Un tipo especial de déficit de vitamina B12 es el que se da en la anemia perniciosa, fruto de una atrofia de células parietales de la mucosa gástrica que impide la secreción de una sustancia necesaria para la absorción de BI2, el factor intrínseco. Por último, el escorbuto*, enfermedad por carencia de vitamina C, caracterizado por alteraciones neurológicas y cutáneas, se acompaña de anemia hipocroma, normo, micro o macrocítica. El tratamiento de las anemias carenciales consiste en la reposición de los factores que se encuentran deficitarios. ¿ anemia falciforme: aquella debida a una hemoglobina anómala, la hemoglobina S, sintetizada con carácter genético, que confiere forma de hoz a los hematíes, los cuales darán fenómenos de trombosis y de destrucción de hematíes intravascular. También se la llama anemia drepanocítica. ¿ anemia mediterránea o talase mia: aquella debida al déficit de síntesis de determinadas cadenas de la molécula de hemoglobina normal (a o /?), de carácter genético, extendida por la cuenca mediterránea, entre otras localizaciones.